En su libro, People Fuel: Fill Your Tank for Life, Love, and Leadership, el Dr. John Townsend identifica 22 nutrientes que enriquecen las relaciones.  Cuando estos nutrientes están presentes en nuestras relaciones, podemos ser más abiertos a los demás, más creativos y más compasivos. Es así como nuestra semejanza a Cristo puede brillar como una luz sobre una colina.

En este articulo, aprenderás sobre cuatro de los nutrientes que te invitan a ESTAR PRESENTE ante los demás.  La presencia dice: “No estás solo.  Estoy contigo”.

  1. Aceptación. Townsend define la aceptación como «conexión sin juicio».  La aceptación se trata de conectarse con su familia, amigos, miembros del comité o personal del ministerio de tal manera que transmita “Estoy con ustedes y estoy para ustedes. Incluso si fallas, todavía estás bien conmigo.  Cuando transmites aceptación a otra persona, tu aceptación la ayuda a sentirse más tranquila, más segura y más capaz para afrontar tareas desafiantes.  Así como Jesús nos aceptó, nosotros estamos llamados a aceptarnos unos a otros (Rom. 15:7).  La aceptación no significa que no se reconozcan ni nombren conductas o actitudes negativas.  Puedes nombrar esta realidad y aun así transmitir aceptación.  La aceptación es el terreno en el que crecen las relaciones seguras. ¿Cómo puedes mostrar aceptación a aquellos en tu equipo ministerial y en tu familia?  ¿Quién necesita oírte decir “Estoy contigo y estoy para ti”?
  1. Sintonía. Townsend señala que la sintonía es más que escuchar activamente con empatía.  Sintonía significa que estás “en sintonía” con los sentimientos de la otra persona y te mantienes en sintonía con ella a medida que sus sentimientos cambian en el transcurso de la conversación.  Al igual que la aceptación, la sintonía dice «Estoy contigo».  Añade: «No estás solo en lo que estás pasando».  La sintonía requiere que seas consciente del estado emocional de la otra persona y respondas a su estado emocional con empatía.  Una de las cualidades de Jesús que lo hace tan “atractivo” para muchos creyentes, es su sintonía con nuestras necesidades espirituales y emocionales.  Experimentamos la aceptación y la sintonía de Jesús como la gracia de Dios en nuestras vidas.  Mantenerse en sintonía con alguien es especialmente desafiante para aquellos de nosotros cuya primera respuesta ante la angustia de otra persona es ofrecer consejo y orientación. No obstante, primero sintonícese, luego pregunte si la persona desea algún aporte adicional.  ¿Qué tan bien te sintonizas con los demás cuando comparten contigo una dificultad o un desafío ministerial?  Si tiendes a ofrecer consejos primero, ¿puedes intentar nombrar sus sentimientos y notar su lucha primero y luego preguntarles si necesitan ayuda para resolver su dilema?
  2. Validación.  Townsend afirma que “cuando validamos a alguien, transmitimos que su experiencia es importante y no debe minimizarse ni descartarse” (p. 91).  Es especialmente importante validar la perspectiva de otra persona cuando no estás de acuerdo con ella.  La validación comunica que «tú eres importante para mí y tu perspectiva es importante para mí, incluso si no estoy de acuerdo con ella».  Tu puedes validar la opinión, las emociones y la experiencia de otra persona.  ¿Cómo te sientes cuando tu experiencia es validada?  ¿Con qué frecuencia respondes a los demás con validación?  ¿Qué sucede en tus relaciones cuando validas a los demás?
  3. Identificación. Cuando te identificas con otra persona, compartes una experiencia similar, a menudo negativa.  Si compartes tu historia con ellos, les comunicas: “no estás solo”.  Yo también he experimentado esto”. Jesús se identifica con nuestras luchas y debilidades (Heb. 4:15).  Nuestro compromiso y lealtad a Jesús se profundiza porque sabemos que El “nos entiende” porque, al igual que nosotros, “ha estado allí”.  Una buena identificación es breve, no extensa.  Quieres decir «He estado en tu lugar» sin centrar la atención en ti y tu experiencia¿Ha tenido la oportunidad de utilizar la identificación en una conversación con alguien o alguien se ha identificado con usted y con una lucha que estaba experimentando?  ¿Cómo afectó el acto de identificación a su relación?
  1. Contención. Según Townsend, la contención es el “acto de permitir que otro desahogue lo negativo que siente” sin que usted se deje arrastrar por su negatividad y no agregue más.  Escuchas sus frustraciones sin llegar a reaccionar.  A menudo utilizamos la palabra «ventilación» para describir la contención.  Cuando alguien “contiene” sus emociones crudas, se ha desahogado [por ejemplo, una olla a presión] y posteriormente puedes tomar mejores decisiones.  La contención también te ayuda a regular tu propia intensidad emocional.  Cuando te das cuenta de que tu fuente de emociones negativas no ha abrumado a tu oyente, tienes la sensación de que también puedes manejar y regular tus propias emociones.  La contención de Dios de nuestras emociones negativas se demuestra en muchos de los Salmos [por ejemplo, Sal 35, 73, 74].  El salmista confía y cree en la capacidad de Dios para manejar sus emociones crudas y su intensa angustia.  ¿Cuál es el resultado?  El salmista ve a Dios como fiel y digno de confianza a quien acude en tiempos de dificultad.  Jesús modeló algo similar en Marcos 4. Durante la violenta tormenta del mar, los discípulos se volvieron hacia Jesús y le dijeron: “¿No te importa que nos estemos ahogando?” Jesús no los reprende instantáneamente.  No, primero calma la tormenta externa.  Sólo entonces los discípulos estuvieron listos para examinar la profundidad de su fe en Jesús.  ¿A quién recurres cuando tus emociones negativas amenazan con abrumarte?  ¿Quién te sirve de contenedor?

 

 

Recursos:

John Townsend, People Fuel: Fill Your Tank for Life, Love, and Leadership, Zondervan, 2019

Henry Cloud, Changes that Heal:Four Practical Steps to a Happier, Healthier You. Zondervan, 2018

John Townsend interview on Fill Your Take for Life.  https://youtu.be/s_KdGMBeTSs?si=j60T5UihZKgmiaRk

Colaborador relacion:  Virginia T. Holeman, PhD., LMFT, LPCC, Retired Chair of the Department of Counseling and Pastoral Care, Asbury Theological Seminary

Editora Ejecutiva: Johanna Rugh

Curador de Contenido: Carla Working