14 de septiembre de 2022

SALMO 80:7-19 NVI

Restáuranos, oh Dios Todopoderoso;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
y sálvanos.
 
De Egipto trajiste una vid;
expulsaste a los pueblos paganos, y la plantaste.
Le limpiaste el terreno,
y ella echó raíces y llenó la tierra.
Su sombra se extendía hasta las montañas,
su follaje cubría los más altos cedros.
Sus ramas se extendieron hasta el Mediterráneo
y sus renuevos hasta el Éufrates.
 
¿Por qué has derribado sus muros?
¡Todos los que pasan le arrancan uvas!
Los jabalíes del bosque la destruyen,
los animales salvajes la devoran.
¡Vuélvete a nosotros, oh Dios Todopoderoso!
¡Asómate a vernos desde el cielo
y brinda tus cuidados a esta vid!
¡Es la raíz que plantaste con tu diestra!
¡Es el vástago que has criado para ti!
 
Tu vid está derribada, quemada por el fuego;
a tu reprensión perece tu pueblo.
Bríndale tu apoyo al hombre de tu diestra,
al ser humano que para ti has criado.
Nosotros no nos apartaremos de ti;
reavívanos, e invocaremos tu nombre.
 
Restáuranos, Señor Dios Todopoderoso;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
y sálvanos.