20 de agosto de 2022
SALMO 55:16-23 NVI
Pero yo clamaré a Dios,
y el Señor me salvará.
Mañana, tarde y noche
clamo angustiado, y él me escucha.
Aunque son muchos los que me combaten,
él me rescata, me salva la vida
en la batalla que se libra contra mí.
¡Dios, que reina para siempre,
habrá de oírme y los afligirá!Selah
Esa gente no cambia de conducta,
no tiene temor de Dios.
Levantan la mano contra sus amigos
y no cumplen sus compromisos.
Su boca es blanda como la manteca,
pero sus pensamientos son belicosos.
Sus palabras son más suaves que el aceite,
pero no son sino espadas desenvainadas.
Encomienda al Señor tus afanes,
y él te sostendrá;
no permitirá que el justo caiga
y quede abatido para siempre.
Tú, oh Dios, abatirás a los impíos
y los arrojarás en la fosa de la muerte;
la gente sanguinaria y mentirosa
no llegará ni a la mitad de su vida.
Yo, por mi parte, en ti confío.