3 de noviembre de 2022
SALMO 130 NVI
Cántico de los peregrinos.
A ti, Señor, elevo mi clamor
desde las profundidades del abismo.
Escucha, Señor, mi voz.
Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.
Si tú, Señor, tuvieras en cuenta los pecados,
¿quién, Señor, sería declarado inocente?
Pero en ti se halla perdón,
y por eso debes ser temido.
Espero al Señor, lo espero con toda el alma;
en su palabra he puesto mi esperanza.
Espero al Señor con toda el alma,
más que los centinelas la mañana.
Como esperan los centinelas la mañana,
así tú, Israel, espera al Señor.
Porque en él hay amor inagotable;
en él hay plena redención.
Él mismo redimirá a Israel
de todos sus pecados.