14 de octubre de 2022
SALMO 109:26-31 NVI
Señor mi Dios, ¡ayúdame!;
por tu gran amor, ¡sálvame!
Que sepan que esta es tu mano;
que tú mismo, Señor, lo has hecho.
¿Qué importa que ellos me maldigan?
¡Bendíceme tú!
Pueden atacarme, pero quedarán avergonzados;
en cambio, este siervo tuyo se alegrará.
¡Queden mis acusadores cubiertos de deshonra,
envueltos en un manto de vergüenza!
Por mi parte, daré muchas gracias al Señor;
lo alabaré entre una gran muchedumbre.
Porque él aboga por el necesitado
para salvarlo de quienes lo condenan.