11 de septiembre de 2022
SALMO 77:1-12 NVI
Al director musical. Para Jedutún. Salmo de Asaf.
A Dios elevo mi voz suplicante;
a Dios elevo mi voz para que me escuche.
Cuando estoy angustiado, recurro al Señor;
sin cesar elevo mis manos por las noches,
pero me niego a recibir consuelo.
Me acuerdo de Dios, y me lamento;
medito en él, y desfallezco.Selah
No me dejas conciliar el sueño;
tan turbado estoy que ni hablar puedo.
Me pongo a pensar en los tiempos de antaño;
de los años ya idos me acuerdo.
Mi corazón reflexiona por las noches;
mi espíritu medita e inquiere:
«¿Nos rechazará el Señor para siempre?
¿No volverá a mostrarnos su buena voluntad?
¿Se habrá agotado su gran amor eterno,
y sus promesas por todas las generaciones?
¿Se habrá olvidado Dios de sus bondades,
y en su enojo ya no quiere tener compasión de nosotros?»Selah
Y me pongo a pensar: «Esto es lo que me duele:
que haya cambiado la diestra del Altísimo».
Prefiero recordar las hazañas del Señor,
traer a la memoria sus milagros de antaño.
Meditaré en todas tus proezas;
evocaré tus obras poderosas.