Cuando alguien dice: «Me hacen sentir que me ven», está expresando que se siente valorado y amado.

Ver verdaderamente a alguien significa reconocerlo tanto por quién es como por lo que hace.

Sin embargo, puede ser fácil ver a aquellos que están en liderazgo en la iglesia como que simplemente están «haciendo su trabajo».  A menudo, los pastores son medidos a través de sus logros o desafíos. Los vemos predicar, dirigir la adoración, ofrecer sonrisas, dar la mano en la puerta e inclinar la cabeza en oración. Pero sabemos que los pastores son más que el líder de la iglesia.

Este octubre los invitamos a ver a su pastor bajo una nueva luz – como un hijo amado de Dios. Que vean a su pastor como una persona llena de esperanzas y sueños, así como alguien que enfrenta luchas y dolores.

Existen investigaciones que muestran que uno de los factores más cruciales para el bienestar del ministro es el apoyo que recibe de sus congregaciones. Cuando realmente vemos a nuestros pastores, reconocemos las muchas maneras que podemos apoyar y edificar a cada hombre y mujer que sirve al Señor en el ministerio.

Para el mes del Aprecio al Pastor en este octubre, animamos a su iglesia a ver a su pastor y a su familia con ojos nuevos.  Reconocer su valor inherente como hijos de Dios. Apreciar sus innumerables horas de sacrificio y devoción. Encuentre maneras de orar por ellos, de animarlos y de ser una fuente de bendición para ellos y su familia.