23 de mayo de 2022
Hechos 15:5-19 NVI
Entonces intervinieron algunos creyentes que pertenecían a la secta de los fariseos y afirmaron: “Es necesario circuncidar a los gentiles y exigirles que obedezcan la ley de Moisés.”
Los apóstoles y los ancianos se reunieron para examinar este asunto. Después de una larga discusión, Pedro tomó la palabra: “Hermanos, ustedes saben que desde un principio Dios me escogió de entre ustedes para que por mi boca los gentiles oyeran el mensaje del evangelio y creyeran. 8Dios, que conoce el corazón humano, mostró que los aceptaba dándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros. Sin hacer distinción alguna entre nosotros y ellos, purificó sus corazones por la fe. Entonces, ¿por qué tratan ahora de provocar a Dios poniendo sobre el cuello de esos discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados hemos podido soportar? ¡No puede ser! Más bien, como ellos, creemos que somos salvos por la gracia de nuestro Señor Jesús.”
Toda la asamblea guardó silencio para escuchar a Bernabé y a Pablo, que les contaron las señales y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron, Jacobo tomó la palabra y dijo: “Hermanos, escúchenme. Simón nos ha expuesto cómo Dios desde el principio tuvo a bien escoger de entre los gentiles un pueblo para honra de su nombre. Con esto concuerdan las palabras de los profetas, tal como está escrito:
“‘Después de esto volveré
y reedificaré la choza caída de David.
Reedificaré sus ruinas,
y la restauraré,
para que busque al Señor el resto de la humanidad,
todas las naciones que llevan mi nombre.
Así dice el Señor, que hace estas cosas”
conocidas desde tiempos antiguos.
“Por lo tanto, yo considero que debemos dejar de ponerles trabas a los gentiles que se convierten a Dios.”